lunes, 8 de octubre de 2012

Even if this world collapses.



Yo me quedaré agarrado a ti. Serás el campo gravitatorio al que me aferre cuando las columnas caigan y los cielos se levanten y vuelen, cuando explotemos más rápido que ellos. Even if. Even if y se alza el gran anfiteatro del corazón frente a mi cuerpo. La carrera desde aquí a maratón y a nuestro cosmos, el sprint final por la nueva entrega de los favoritos, un Jeudi catorce quince.

Y si se derrumba, ¿Qué más da? Nuestro todo más grande que Bastien, nuestro cosmos más allá de Fantasía. Destruyámoslo pues, llenemos de flores los océanos y de agua los desiertos, ganemos alma perdamos mente, apartemos los vestigios y toquémonos, comamos del naufragio y cenémonos.

Pueden caer todos, nosotros no. Flotamos en el ígneo haz explosivo de las luces rojas. La imaginación desborda, el sentimiento ya afloró hace mucho. ¿Lo aprovechamos ahora? Venga, nos espera Fújur.

jueves, 4 de octubre de 2012

Carta al tiempo.

"Es la eterna conquista de su corazón lo que anhelo en esta vida."

Ya te lo digo, que ayer estaba a punto de morir por un beso suyo, fue algo increíble.
Aunque bien pensado, supongo que es algo totalmente lógico. Parece que esa sensación que una vez creí ilusoria, esa que habla de que solo existe él y de que el mundo se detiene y todo da vueltas, esa misma siento yo cada vez que lo hace.
Te lo pido como a un amigo, ya que solo quieres que aumente nuestro deseo al máximo, para que explotemos y nos evadamos del mundo lo más lejos posible.
Ahora lo único que necesito es un momento a solas con él... ¿qué digo un momento? seamos realistas ¡necesito toda una vida a su lado! pero ya que aún quedan cabos por atar y todas esas cosas, me gustaría que me concedieseis el muy esperado abrazo, el explotar del amor en una cama, bajo una manta, (o sin la manta, me da igual) y las luces rojas chocando contra su sonrisa, y una tarde cocinando juntos, y esa cara que pone cuando quiere que le duerma, suplicando que le acune sobre mi pecho como a un niño, y le cante entre susurros todos los "te amo" que le debo (que son millones).
Entre una pared y otra, se cayeron las paredes y solo quedan sus brazos  y sus piernas, y su boca y su pelo, atentando contra el poco sentido común, y echando a perder la tristeza que me encierra cuando no está a mi lado.
Desayunar de sus caricias y cenar de su placer, aumentado por la dosis de distancia, esa pequeña e insignificante distancia, que ni siquiera puede llamarse así, porque siempre estamos en el mismo camino. Te doy las gracias, de nuevo, por esto.
Haz que pase más deprisa y dame ya su presente y su futuro, y déjanos a solas escuchando  la banda sonora de nuestra eterna historia, narrada en voz en off en algún televisor cercano, escondida tras el nombre de "Olvídate de mi" o "Amor a quemarropa", lanzando a diestro y siniestro mensajes subliminales al resto de almas del mundo, contándoles que intentándolo quizás consigan lo que nosotros rozamos con la punta de los dedos a través de cada roce, y atravesamos como una flecha a través de cada beso.
Pasa rápido y deja que entremos en el círculo pagano de nuestro amor, y te prometo que para la próxima tendremos aún más ganas.
No entiendo cómo alguien puede ser inmune a su mirada, supongo que solo desean alcanzarla, mientras yo le intento conquistar con cada palabra, cada movimiento, y la luz del día se va y vuelve, mientras me enseña sus conquistas, y se convierte en mi mundo y mi bandera. (Y todo lo demás.)
Haz lo que tengas que hacer, pero hazlo ya, porque cuando nos volvamos a fundir siendo solo uno, ni un millón de años luz conseguirán volver a separarnos.

Siempre suya, y de nadie más:

Alabama Worley.


viernes, 8 de junio de 2012

Nos escuchan tocar, en el parque de invierno.


Aún recordaba Clarence aquel banco a la vera del río, sobre la playa, esta vez verde, que se extendía entre los distantes árboles del parque nocturno. Sentado junto a Alabama, se olvidaba de sus antiguas musas las estrellas, del frío y de los desconocidos que fantaseaban con poder unirse a aquel instante divino. 

"Mmm... Mmm... Clarence ha ligado." dirían en el trabajo al día siguiente, con esa ignorantemente pícara voz de los que desconocen, y no pueden vivir, el amor. Afortunadamente, Clarence si podía.

Pues he aquí la religiosa razón por la que admirar tan conmovedor instante de increíble creación que nuestros chicos, con sus cerebros saturados de galaxias y recuerdos de sonrisas, usaban como ritual de aproximación. Qué fantástico resulta que una letræ pueda permitirse romper las leyes universales y abrir su propio camino. Qué sorprendente que algunos humanos admiren el cortejo de los cisnes y el sexo de los caballitos de mar cuando ellos mismos lo pueden elevar a sus pechos. 

Entonces huyó el miedo y aprovecharon los abrazos para hacerse un hueco. Incluso metamorfosearon las lágrimas, estremecidas y temblorosas por la ruborizada tez de Alabama. De un arroyo a una cascada. Una aldea en una nación y un beso por los planetas que se atrevan a retar semejante amor.

Amor.

Amor.

La palabra.

Amor.

El sentimiento. La vida. La felicidad. Alabama y Clarence lo gritaron, aullaron y celebraron al unísono, hasta que el astro rey sintió curiosidad por saber que pasaba en aquel banco que un día sintió frío.






miércoles, 30 de mayo de 2012

La vida se presentaba furiosa,
pero su cuerpo era como un escudocontratodo.


Tú. Yo. Una silla. Latidos. El desván francés. Caricias. Almohadas. Skins. Fotogramas. Física. Apaga la luz. Enciéndeme la boca. Eres el sueño que se parte en dos y me ahueca la amohada por las noches. Me desmayo en una alfombra y solo pienso en tus vértices, en la forma de tus labios cuando susurras escitado. Quiero tocarte y no parar. Mirarte y no parar. Pensarte y no parar. Ayúdame a seguir la espiral que me conduce hasta tus manos y me acaricia el pelo. Empápate conmigo en un mar de dulces risas en mitad de mis sábanas, de nuestra tienda de campaña. Más alto. Más alto y tira porque te toca. Aumenta la tensión y baja la velocidad. Por ti me tiro al río, me hago el harakiri y me parto la boca con las nubes para que dejen al sol brillar siempre en tu cielo. Luego aumenta todo. El crujir de mi suelo me recuerda a ti. Las luces rojas o del color que sean me recuerdan a ti. Deberíamos perdernos tú y yo en muchos sitios. Prendemos todo a nuestro paso. Tu respiración es la canción número uno de mi lista de reproducción. Mantendría una lupa sostenida debajo de la luna para crear un incendio en pleno invierno.  Vamos a hacer que piquen los vecinos, que se rompa la rutina. A bebernos los orgasmos y lamernos hasta las piernas. Todo.
Un tintineo suena bajo mi cama (y eso que tengo cajones) salto y me pierdo y no veo y te miro y...




ya sabes lo que biene después del siguiente "te".




Las luces del paseo de la playa de Gijón. ¿Nadamos juntos?

Shine, Shine, Shine On.


Vuelve el sol al cielo de verano y con él brillo de nuestras manos agarradas cuidadosamente en la calurosa noche de un frío parque aún invernal. Vuelven los nómadas a los desiertos a rendir culto a sus dioses paganos, a sacrificar sus cuerpos prietos bajo la musa lunar o el sol, tan envidioso. Y tras todo, sigue nuestro brillo, Alabama, el verano, el calor y la playa. Nuestros besos ,cada uno de los granos de arena que crean True Sunshine, y que nunca se podrán ir. Porque el viento, la tempestad y las riadas solo consiguen llevarlos a otra parte. Porque un incendio no es tan fácil de apagar y porque mi mirada sigue iluminando el universo cuando tus fotos se muestran en la pantalla de mi nostálgico teléfono móvil. Miedo, llanto y gritos; frío, tormenta y escarcha no pudieron hacer nada, como no pudo nadie, para separarnos, para separar esas manos juntas en nuestras increíbles noches del Parque de Invierno. 


Nuestras miradas florecieron en la edad de hielo y crecieron en el más crudo de los inviernos y ni eso pudo marchitar nuestras caricias. Ahora llega el sol, “You’re beautiful all the time” y Æ vuelven a “Shine, Shine, Shine On” estoy seguro. 

lunes, 14 de mayo de 2012

La distancia y el tiempo.

 "I'll swim the ocean for you."

A veces me pregunto por qué unos cuerpos tan alejados por la distancia y el tiempo terminaron tan unidos.
Me refiero a nuestros cuerpos, sí.
La duda, si te soy totalmente sincera, se disipa cuando con esa misma pregunta, respondo al por qué de  todo esto que nos está pasando.
Sin duda el tiempo hace que pueda disfrutar de más momentos de tu vida de los que disfrutaría (hablo también de los que me brindaste antes de enamorarte de mi) si tú y yo tuviésemos la misma edad.
Y la distancia solo hizo que nos llamásemos más la atención el uno al otro, y decidiésemos, como un juego, empezar con todo esto que ahora nos late sobre el pecho y las manos. Y todo el cuerpo.

El calor de dos cuerpos adolescentes que crecen dándose de comer el uno al otro.

Dentro de unos años todo eso será parte de nuestra historia, nuestros mejores cimientos, y yo sigo sin imaginarme una forma mejor de empezar a construir algo que queremos hacer tan grande.
Porque la base de una buena casa, son unos buenos cimientos. Como la nuestra en mitad de alguna avenida protegida por vecinos amables que envidien nuestros besos a la hora de despedirnos antes de ir al trabajo sobre un felpudo que rece: "SWEET HOME ALABAMA, MR CLARENCE".

Tu pelo alborotado trotando con el viento que tanto odio de tu ciudad hace que deje de odiarlo.
Solo pienso en tumbarme contigo otra vez en el mismo rincón que lo hicimos la última vez y contar contigo las estrellas que contemplen todos los besos que nos vayamos dando, rodeados de buenos amigos, o totalmente solos, para que la sangre pueda recorrer más rápido todas nuestras venas, viendo fotografías de nuestro libro de surf.

Que alguien se atreva a decir que algo tan puro no merece conquistar cada centímetro de una ciudad.

Eh, Tú, haces que eche de menos tu ciudad y nuestro mar. ¿Entiendes lo que es eso?
Que la distancia y el tiempo carecen de sentido en nuestra relación, exactamente.

4 letras, 3 vocales, 2 suspiros, 1 solo

El fuego caía sobre las estridentes olas que inundaban el cosmos. El vacío se incineraba entre los últimos gemidos, agonizantes, de las estrellas. Estrellas que colisionaban, formaban galaxias y en un ardiente espasmo las destruían. El frío universal moría mientras la última nebulosa se preparaba para explotar en la contracción del agujero negro hacia el que se deslizaba... De repente, uno, dos aullidos explotaron entre las reminiscencias del naufragio astronómico, y solo quedamos un desnudo y dos exhaustos suspiros sobre las sábanas.